Hay en el léxico de la lengua española ciertas palabras que a muchos ususarios les incitan a escribirlas con mayúscula sin que haya razones para ello: ciencia, humanidad, institución, naturaleza, papado, reino, patria... Estas palabras deben escribirse con minúscula.
Se dan casos también en los que se tiende a la mayusculización de lo propio: consiste en aplicar la mayúscula a aquello que forma parte del propio mundo y de los propios intereses. Por este motivo, por ejemplo, una persona muy religiosa escribirá con mayúscula inicial palabras como sacerdote, misa, papa, hostia, etc. Pero estas mayúsculas no estan justificadas.
También existen las llamadas mayúsculas de dignidad que se aplican a palabras que designan nombres de cargos a los que el escribiente concede la noción de dignidad como rey, presindente, papa... Aunque en estos casos la mayúscula es muy usada por los periódicos, no existe razón para emplearlas fuera de estos medios. Cercana a esta se encuentra la mayúscula de respeto, empleada especialmente por los subordinados en relación con las palabras con que se dirigen a sus superiores: Jefe, Director, Ministro. Voces que no debe escribirse con mayúscula inicial.
Por último, la mayúscula de ornato es la que se usa porque llama la atención, pero sin responder a ninguna necesidad ortográfica. Es muy frecuente en este caso la mayúscula de la publicidad, aquella con que se resaltan todas las palabras significativas de un mensaje publicitario porque de esta manera el lector se va a fijar más y va a ver con claridad las palabras resaltadas con estas mayúsculas no justificadas.
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