¿Qué pasa con estos dígrafos? ¿Qué hace la ortografía española con ellos?
La Academia no los considera letras -sí, dígrafos, como hemos indicado- y, por tanto, el abecedario del español queda reducido a las siguientes 27 letras:
a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z
Por el contrario, los dígrafos anteriores son grafemas de dos letras que representan un solo fonema. Pero esto no supone que ch y ll se hayan eliminado del abecedario. Estos signos dobles seguirán utilizándose en la escritura de las palabras españolas. Simplemente, dejan de contarse como letras del abecedario.
Al tratarse de combinaciones de dos letras, las palabras que empiezan o contienen estos dígrafos se alfabetizan en los lugares que les corresponden dentro de la c y la l, respectivamente.
De esta forma, el español se asimila al resto de lenguas de escritura alfabética, en las que solo se consideran letras del abecedario los signos simples, aunque en todas ellas existen combinaciones de grafemas para representar algunos de sus fonemas. Dicha decisión se tomó en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994, y viene aplicándose desde entonces en todas las obras académicas.
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